miércoles, 14 de mayo de 2008

La tristeza de ella...mi angustia e impotencia.

Un día x una de las chicas dijo que los sobrinos son como los hijos y yo creo que debido a la diferencia de edad con mis hermanas, mis sobrinos (los mayores) son como mis hermanos chicos.


Aun recuerdo cuando nació la Patita, con ojos grandes y del porte de mis muñecas.
Fue un gran descubrimiento, aun recuerdo lo celosa que me puse y como no, si me estaba quitando a mí hermana, la que jugaba conmigo, me contaba cuentos y me llevaba al jardín infantil. Recuerdo que la única forma de convencerme de que esta nueva “adquisición” en la familia no era tan mala, fue saber que sería tía y me sentía tan grande con ese nuevo “cargo” que rapidito me gusto la idea.
Luego cuando me estaba acostumbrando a la presencia de esa cosa extraña llamada sobrina mi hermana decidió “adquirir” otro ejemplar y nació la Coté, blanquita, risueña y linda.
Y luego a mi otra hermana le dio ganas de “bebé” y nació Marito, negrito de ojos grandes que llego a revolucionar la vida de esta familia de mujeres.
Esa es la primera generación de sobrinos.
Aun los recuerdo niños a pesar que ya tienen veinte y tantos.
A la Patita la recuerdo agrandada como ella sola.
La Coté tierna, gordita y chupándose eternamente el dedo.
Marito regalón y mal criado, mi primer encuentro cercano con un espécimen masculino y juro que no podía entender lo alharaco y teatrero que pueden llegar a ser... jajajaja creo que aun no lo puedo entender.

Y a pesar de mil cosas como las distancias y otras hierbas uno los quiere tanto, tanto que obviamente no quisiera que les pasara nunca nada.
Pero la vida nos tiene tantas sorpresas, tantas calles sin salida, tantos cambios de sentido del transito, tantos baches, tantas esperas eternas, que nos cansamos, nos agobiamos y no entendemos y es ahí cuando tenemos que confiar a ojos cerrados que todo pasa por algo… aunque definitivamente no lo entendamos.

Este fin de semana, la vida, el universo, el destino o quien sabe que cosa fue la que hizo que la Coté sufriera uno de los peores dolores que la vida le puede dar a una mujer enamorada.
Su pololo de tres años, el casi novio tuvo un accidente terrible y falleció dejándola en la peor de las penas y desesperaciones y yo… yo la abrazo y le beso la frente y me dice “tía, no se si pueda vivir sin él” y quisiera quitarle su pena, quisiera poder volver el tiempo y que Marcelo este eternamente con ella y por la cresta que no puedo y me siento impotente y se me aprieta el pecho y sólo puedo acompañarla y decirle cuanto la quiero.

Coté, mi niña, aunque no lo creas el sol siempre vuelve a salir.

6 comentarios:

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Siempre es dificil cuando se pierde a alguien muy querido, pero como dice un gran temazo de Queen: The show must go on.
Saludos y animo para tu sobrina.

Barbaraza dijo...

Quien mas que uno quisiera quitarles la pena, el dolor y transformarla en alegría...
Resignación es lo que debe afrontar, no está en tus manos huachis... tan sólo en las manos de Dios...
Un beso de consuelo

Vere dijo...

Pucha....
Yo tampoco sabría que hacer sabes????.... soy apoyo cero en ese caso... y creo que me pondría a llorar con ella.

No tengo nada que decir... solo que me da mucha pena.

VERE

Angelica Jensen dijo...

Lo siento mucho Marcela sobre todo porque se nota que la quieres mucho.

Un abrazo para tí y mucha fuerza para ella....

tukota dijo...

amiga, muy triste lo que esta pasando tu sobrina en este tiempo, pero a veces estas cosas las manda el flaco y no hay nada mas que hacer...dejala que viva el duelo...es lo unico que te puedo decir yo vivi una experiencia parecida, asi que se lo que duele, y una al ser joven vuelve a levantarse y pensar siempre en ese amor, te lo juro...
invitala a salir si puedes cuando veas que ya esta mejor...

Victoria Lantter dijo...

Hay amgia, justo hoy mismo con la yegua nueva nos acordábamos de eso.
¿Cómo esta la Coté, como está su pena?
Trsitísmo, pues obvio, pido para que Diosito le de un alivio.